La gingivitis se caracteriza por una inflamación de la encía sin afectación del hueso que rodea al diente. Se manifiesta como una encía enrojecida, edematosa, y que sangra fácilmente. Es muy común en todas las edades (hasta un 75% de los jóvenes de 20 a 25 años la presenta).
Es muy importante curar la gingivitis a tiempo, porque puede transformarse en una periodontitis. Y lo más importante es que en este punto la enfermedad es reversible y puede ser eliminada mediante cepillados diarios y uso de seda dental y colutorios adecuados.
La periodontitis se caracteriza por una destrucción del hueso que soporta al diente, acabando con el tiempo en una completa pérdida dentaria si no es tratada. Clínicamente se manifiesta como una encía inflamada con presencia de bolsas periodontales (espacios que se forman debajo de la encía), además de y dependiendo de su grado, exposición de las raíces y movilidad dentaria.
El tratamiento de la gingivitis consiste en una limpieza bucal profesional aparte de la constancia y correcto cepillado de los dientes y encías y el uso de la seda por el propio paciente. En cuanto a la periodontitis dependiendo del número de bolsas y de su tamaño la limpieza deberá ser “más profunda” siendo indicadas unas revisiones más a menudo que detengan el proceso de destrucción de hueso y estabilicen la enfermedad.